Las pizzas están cubiertas por una salsa de tomate, y podrían ser beneficiosas para prevenir una de las enfermedades más temidas: el cáncer.
Según un estudio impulsado por una serie de científicos de origen italiano, como la propia pizza, este alimento puede favorecer la protección contra el desarrollo de diferentes clases de cáncer.
Como afirman estos expertos, consumir pizzas de manera habitual, puede llegar a reducir hasta un 59 por ciento la probabilidad de contrar cáncer, por ejemplo de esófago, uno de los peores que hasta el momento se han detectado.
Por su parte, el estudio evidencia que el riesgo de registrar cáncer de colon desciende un 26 por ciento, mientras que el de boca lo hace un 34 por ciento, después del sometimiento a este delicioso tratamiento.
¿Sabes cuál es el secreto? El gran ayudante lleva el nombre de ‘lycopene’, una sustancia química que tiene el rasgo de ser antioxidante, y que está presente en los tomates. Esta sustancia es la encargada de darle el color rojo, además de sus propiedades anticancerígenas.
Pese a este descubrimiento, realizado entre personas que comían hablitualmente pizza y entre otras que no, los investigadores advierten que puede ser que comer este alimento no reduzca el riesgo de padecer cáncer.
Lo que sí afirman, es que de los casos analizados, las personas que con regularidad la comen, registraron menores posibilidades de desarrollar esta enfermedad, ya sea de boca, esófago o colon.
El doctor Silvio Gallus, del Instituto para la Investigación Farmacéutica Mario Negri, de Milán, señaló a este respecto que «la salsa de tomate puede ofrecer una protección contra determinados tumores, pero no podemos decir que la pizza, como una comida completa, también brinda estos beneficios…».
Ahora a disfrutar de este delicioso bocadillo, sabiendo que a su vez, podemos protegernos.