Un hombre no sólo robó un manuscrito del dramaturgo inglés William Shakespeare, sino que lo dañó intencionalmente, con el objetivo de venderlo. Pero la maniobra le salió mal, ya que fue descubierto y condenado por parte de un tribunal británico, a cumplir ocho años de cárcel.
Este individuo se llama Raymond Scott, y tiene 53 años de edad. Ha sido considerado culpable por el tribunal de la zona de Newcastle, a principios del pasado mes de julio, tras haber ocultado un artículo robado y por haberlo retirado del territorio inglés, pero asombrosamente, fue declarado inocente por el robo de la obra de la Universidad de Durham.
Como afirma el fiscal entendido en la causa, Robert Smith, el acusado en cuestión rompió la tapa y algunas de las págnas de este manuscrito, que fue creado en el año 1623, aduciendo que lo había hallado en Cuba.
El libro con daños y todo, tiene un valor de aproximadamente 1,2 millones de dólares.
Scott es un librero en el paro, y ya había sido detenido en 2008, en Washington, tras haber presentado el manuscrito de Shakespeare dañado, en la Folger Shakespeare Library, solicitando que se verificase su autenticidad.
Los empleados de la biblioteca comenzaron a sospechar, e inmediatamente avisaron a las autoridades policiales.
De momento, el procesado deberá cumplir ocho años tras las rejas, por haber cometido un delito de esta talla.