Un niño revoluciona la tecnología solar

Aidan Dwyer ha dado un vuelco al corazón a todas las compañías de desarrollo I+D sobre las células solares, ya que, éste genio de tan solo 13 años, se ha topado con una idea que permitiría mejorar entre un 20 y un 50 por cierto la efectividad de las células solares tradicionales. El secreto con el que ha dado éste chico, es la orientación y el cómo ha conseguido dar con la idea es una historia curiosa: Aidan se encontraba dando un paseo por el bosque cuando se dio cuenta de que los árboles sin hojas tenían una orientación y ángulos similares entre todas sus ramas. Al darse cuenta de éste hecho, se puso a hacer cálculos y el resultado que obtuvo fue la secuencia de Fibonacci, que acompaña a la ciencia desde el siglo XIII y sirve para describir patrones en muchos de los elementos naturales que nos rodean.

Tras éste resultado, Aidan estableció la teoría de que quizá los ángulos que conseguían las ramas tenían cierto motivo para una mejor captación de la luz solar. La demostración la realizó a través de dos modelos domésticos con el miso número de células solares: uno alineaba las células en filas de la forma convencional mientras que el otro las ordenaba en los mismo grados que los árboles. Así consiguió determinar que el árbol produce un 20 por cierto más de energía y en invierno el rendimiento crece hasta el 50 por cierto, por el ángulo de incidencia del sol que es menos perpendicular a la Tierra.

Con éste descubrimiento el chico ha conseguido el premio al joven naturalista del Museo de la Historia Natural Americano.

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