Barack Obama, actual presidente de los Estados Unidos ha afirmado en la jornada de ayer que el intento por frenar el derrame de millones de barriles de petróleo, que se han vertido sobre las costas del Golfo de México, «está llegando a su fin».
El presidente también ha elogiado los esfuerzos incansables por contener la expansión de ‘la mancha negra’, en la zona que la AFL-CIO «…ha puesto de cabeza…» la vida de centenares de personas.
Unas horas antes de que Obama hablase, se informó que casi tres cuartas partes del crudo derramado en las costas del Golfo, por la empresa petrolera BP, ha sido recogido, o bien, descompuesto a través de procesos naturales.
Por su parte, la asesora de energía de la Casa Blanca, Carol Browner, destacó que las pruebas realizadas por diferentes científicos han determinado que alrededor del 75 por ciento del petróleo ya ha ‘desaparecido’, ya sea porque fue recogido, quemado, evaporado o descompuesto de forma natural.
En una entrevista a la que Browner se sometió, para un conocido programa de televisión local, la asesora de energía señaló que la «…Madre Naturaleza hizo su parte…».
En la prensa escrita, el periódico estadounidense, ‘The New York Times’, publicó que un análisis realizado por el Gobierno de aquel país, determinó que, como han remarcado las diferentes autoridades, «…gran parte del resto del crudo está tan diluido que no parece presentar un gran riesgo de daños…».
«…Alrededor del 26% del petróleo manado del pozo abierto de BP todavía está en el agua o en las orillas en una forma que, en principio, podría causar nuevos problemas…», versaba la publicación de este periódico.
«…Pero la mayor parte está como una fina película en la superficie del océano o se ha dispersado bajo la superficie, y los científicos federales creen que está descomponiéndose rápidamente en ambas áreas…», también sostiene esta publicación.