Antiguamente las chicas tenían que poseer de mirada lánguida, piel como pétalos de rosa y nariz pequeño y chato. Y lo más importante era tener personalidad en la cara. Ahora de moda están los esqueletos con dos tetas pegadas (o sin ellas).
No paro de mirar estas fotos. Son tan diferentes: gorditas y delgadas, coquetas y tímidas, rubias y morenas… Pero todas y cada una de ellas son encantadoras. Ellas tienen mirada viva. Son vivas. No como las muñecas de plástico de hoy que se llaman «modelos». Ahora las tetas importan más que la mirada.
Via: Iraan
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