Si bien es cierto que todos sabemos sobre el problema de la contaminación ambiental, es demasiado grande como para que una persona se encargue por sí sola de tal grande problema, pero eso no debería detener a nadie de hacer lo que le parezca.
Eso piensa el artista Steven Rodrig, quien ha usado chips de una tecnología ya obsoleta para armar esculturas de distintos tipos de formas de vida, en las que se incluyen insectos, tortugas de mar, y otros.
Aunque la gran parte del material utilizado por el artista son chips, no es el único, sino que Steven incluye otras cosas obsoletas también.
Este método de reciclaje no es muy efectivo, pero a la larga es mucho mejor antes de que esos chips terminen por ahí contaminando el suelo.