En el lujoso barrio Upper East Side, de la localidad de Manhattan, un hombre llamado Eli Zabar que es dueño de una fina tienda de comestibles, «Vinegar Factory», posee un huerto de tomates instalado en el techo de uno de los edificios de su antigua fábrica de vinagre, que data desde 1991.
Eli Zabar, el más joven de los hermanos Zabar, declaró que tiene «…hojas verdes, higueras, hierbas aromáticas, remolachas, frambuesas, un poco de flores…». Explica este peculia granjero que «…los invernaderos son calentados por los hornos de la panadería y de la pastelería, y de esta forma reciclo un calor que de otra forma se perdería en la atmósfera…».
Los invernaderos le permiten proponer, tanto en la tienda como en el restaurante, productos que crecieron libres de pesticidas, cosechados una vez que se encuentran maduros y que no son transportados en camiones refrigerados, por lo que tienen mucho mejor gusto, y se puden comercializar a precios más competitivos.
Sonriendo Zabar afirmó que «…según la hora del día, mis campos tienen aroma a galletas, croissants o pan…». El 50% de las ganancias de su tienda, proviene de los cultivos del techo que vende.
Las granjas urbanas proliferan cada vez más, desde Manhattan a Brooklyn. Se presentan del más diverso tipo, de plantaciones sobre los techos, a jardines comunitarios (600 en Nueva York) con calabacines y albahaca, o patios traseros transformados en huertos por algunos restaurantes, el fenómeno se extiende por los Estados Unidos.
«Planyc 2030» es un programa lanzado en el Día de la Tierra del año 2007,y pretende transformar a Nueva York en el campeón estadounidense del desarrollo sustentable, previendo reducciones fiscales para los promotores que instalen «techos verdes».