Un jurado de Estados Unidos ha decidido en la pasada semana que la compañía de entretenimiento Walt Disney Co deberá indemnizar 270 millones de dólares, a la empresa británica Celador Entertainment, encargada de crear el programa televisivo «Who Wants to be a Millionaire», por ingresos no saldados.
Los representantes de Celador Entertainment había presentado una demanda a Disney hace seis años, pero el juicio recién se llevó a cabo en mayo del presente año, en Riverside, California.
Por su parte, el presidente ejecutivo de la compañía Disney, Bob Iger, ha anunciado ya que apelarán el fallo del jurado.
El programa «Who Wants to Be a Millionaire» tuvo su debut en 1998, en Gran Bretaña, llegando a los Estados Unidos a través de la cadena de televisión ABC de Disney, un año más tarde.
El presidente del directorio de la empresa Celador, Paul Smith, ha declarado que el caso se decidió debido a las interpretaciones que se realizó del contrato entre su compañía y la norteamericana.
«…Claramente, estoy encantado. Esta es la historia de David (por el rey hebreo) contra Goliat. Creo que muy pocas compañías pequeñas e independientes se atreven a meterse con los gigantes; lo hicimos y ganamos…»; aclaró Smith a un medio por vía telefónica, mientras se encontraba en Londres.
El reclamo de Celador alcanzaba el 50 por ciento de las ventas por las emisiones del programa en cuestión en los Estados Unidos, además de los productos de ‘merchandising’, relacionados al mismo.
«…Creemos que este veredicto está fundamentalmente mal y buscaremos con ahinco que se revierta…», manifestó algo indignado el presidente ejecutivo de Disney, mediante un comunicado.