El Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) ha desarrollado un nuevo sensor corporal capaz de percibir el crecicmiento de cáncer u otros tumores en nuestro cuerpo; el objetivo es mantener controlados pacientes ya diagnosticados.
Esta maravilla de dispositivo es un pequeño aparato de dos milímetros de grosor y ocho de ancho que se implanta debajo de la piel y es capaz de realizar un seguimiento brotes de cáncer ya diagnosticados. Pero esta no es su única función, el dispositivo también es capaz de distinguir ataques cardíacos y sus réplicas, entre otras funciones cardio-respiratorias.
El sensor funciona basándose en un estudio realizado en el año 2009 que identificó distintos tipos de encimas que se ven muy atraídas a los tumores y brotes cancerígenos; de esta manera el sensor mediante magnetismo es capaz de detectarlos.
El prototipo ha sido probado en diversos tipos de roedores a lo largo de estos últimos dos años; según el director del proyecto Michael Cima, el objetivo de este dispositivo es «llevar el laboratorio en el paciente». Por ahora nos resta esperar que le depara al proyecto aunque el informe indica que va bien encaminado y tal vez a fines de este año podamos ver resultados en Estados Unidos.