Al parecer, se pueden detectar las mentiras de más de una manera científicamente hablando y es que se ha creado un nuevo sistema de reconocimiento facial, que es capaz de detectar cuándo se dice o no la verdad, tras la hipótesis de que el rostro delata a una persona que está diciendo mentiras, con bastante precisión. Éste nuevo dispositivo dispone de una cámara de alta resolución con un sensor de temperatura, que funciona por algoritmos que le han sido implementados. Hace un escaneado de la superficie facial permitiendo capturar los cambios que se generen en la expresión de la persona, que no suelen ser percibidos por el ojo humano. Algunos de estos cambios pueden ser incluso los cambios de la temperatura relacionados con la circulación de la sangre.
Anteriormente los científicos distinguían las emociones de diferentes maneras, como el movimiento de los ojos, la expresión de los labios, dilatación en las pupilas, respiración más agitada o incluso el parpadeo y su frecuencia. Todos estos signos se pueden percibir sin problemas, pero la presión y la temperatura de la sangre también ejercen su papel de juez imparcial.
Se ha llegado a la conclusión de que éste nuevo detector tiene una eficacia que ronda el 90%, similar a la del polígrafo que todos conocemos y el único que actualmente está funcionando para éste cometido. Las ventajas que se destacan es que es una práctica menos invasiva y que los resultados pueden conocerse en tiempo real.