La NASA y General Motors han terminado lo que es un prototipo de un guante al que se le ha denominado como K-Glove o Human Grasp Assisted Device, que no es más que un prototipo de wearable technology con el que se aumenta la fuerza de agarre de la mano de una persona. Se ha podido desarrollar a partir del robot auxiliar llamado Robonauta2, que ya está funcionando en la estación espacial internacional desde el 2011 por la agencia aeroespacial. Dicho guante dispone de unos sensores de presión junto con unos cuantos tendones sintéticos y motores que lo hacen funcionar, que se asemejan a una mano robótica por completo.
Dicha mano necesita realizar de entre 7 a 9 kg de presión para que la herramienta pesada pueda sostenerse en ella, por lo que se genera un agotamiento bastante alto con unos minutos de uso que se realice de forma continuada. La persona que utiliza este guante para sostener un objeto, los sensores de presión que se encuentran localizados en las yemas de los dedos deciden la fuerza que se necesita para mantenerlo sujeto, poniendo en funcionamiento los tendones sintéticos que ejercen la fuerza de agarre que se necesita para que la persona que lo está sujetando pueda reducir la presión. Así, el esfuerzo de la mano humana se reduce de entre 2 y 4 KG de presión.