El monitor de nuestro ordenador es un componente muy importante y prácticamente fundamental del mismo, por lo que optimizar su funcionamiento es algo indispensable que no supone demasiados esfuerzos ni conocimientos para ello, repercutiendo directamente tanto en su uso como en una experiencia mucho más adecuada para el usuario.
Os vamos a comentar una serie de consejos que se pueden tener en cuenta a la hora de manejar las opciones de calibrado. Hay que tener en cuenta, lo primero de todo, la luz ambiental y calibrar el monitor en función de ella, además de los colores, el brillo, el contraste, la luminosidad ambiental y la gama de color son importantes. Lo conveniente es adecuar las variables de visión con una alta luminosidad aumentando o reduciendo el brillo o el contraste. También se puede realizar buscando una gama de color que haga que las imágenes se vean vivas, sin oscurecerse.
Lo mejor para calibrar una pantalla de un portátil es cambiar los ajustes cada vez que cambiamos de lugar donde lo estemos utilizando, en un bar, oficina o cualquier otro sitio. Para hacer estos cambios hay algunos programas específicos que realizan la calibración por el usuario. En su mayoría están enfocados a entornos profesionales, como diseñadores web, ilustradores o fotógrafos, con un precio que ronda los 300€. Como ejemplo tenemos Spectra Cal, que combina distintos periféricos con los que se establece el balance de brillo y color exacto. Entre los periféricos y el programa se puede llegar a gastar unos 500€.
Además, Photoshop tiene un programa de calibrado: Adobe Gamma, que establece los parámetros óptimos de color utilizando la aplicación. Se instala junto al programa en la suite de Adobe.