Jeff Bezos, fundador de Amazon, ha localizado en el fondo del Atlántico los restos de los motores del cohete Apollo 11, la nave que puso al primer hombre en la luna durante el año 1969. Ha sido posible gracias a las técnicas de exploración por sonar, con las que se han encontrado cinco motores enormes, a unos 4300m de profundidad.
El empresario ha explicado después de su hallazgo, que va a sacar los motores a la superficie, para poder comprobar su estado, al haber estado en agua salda por más de 40 años y después de golpearse contra el agua del océano a una velocidad muy elevada.
Tal y como han explicado los expertos, los propulsores fueron utilizados en el cohete Saturno V y puso a la misión en ruta hacia la Luna. Estos motores funcionaron unos pocos minutos después de que se soltasen del cohete, cayendo en algún lugar del océano.
Por otro lado, Bezos explica que dará permiso a la Nasa, que en realidad es la propietaria de los motores, para que puedan ser exhibidos en un futuro en el museo de vuelo de Seattle, localizado en Estados Unidos. Bezos no es la primera vez que intenta adentrase dentro del mundo de la tecnología espacial, ya que en el 2000 fundó una firma llamada Blue Origin, que ha conseguido financiarse por parte de la Nasa y se encuentra trabajando en los vuelos espaciales suborbitales, claro está con fines completamente económicos y comerciales.