El día 22 de Noviembre se lanza al mercado la nueva consola de sobremesa de Microsoft, Xbox One, y según ha explicado Albert Penello, un responsable de la división de la compañía, no vamos a poder utilizar la consola nada más sacarla de la caja, así que echad un vistazo a estos detalles porque van a ser muy importantes. La consola, tras salir de su embalaje va a tener que conectarse a Internet antes de nada para que pueda instalarse su actualización correspondiente. Poco se podrá hacer si no se realiza la instalación de este parche llamado «día uno», ya que no se habilitarán todas sus funciones.
La duda que entra a los compradores es: qué se podrá hacer si no se instala dicho parche, porque aunque la mayoría de las personas ya disponen de una conexión a Internet en sus casas, no todo el mundo tiene esta posibilidad y se podrían encontrar con un bache en el camino bastante gordo. Penello destacó que muchas de las aplicaciones de Xbox One llegaría con la actualización del día uno, dado que no estaban completas a la hora de realizar la consola. No es algo opcional, sino un imperativo. Las consolas que vienen de fábrica no tienen actualizado su sistema operativo, así que haceros con una conexión verdaderamente estable para evitar problemas con vuestras nuevas consolas y su actualización.