Tal y como indica un estudio que ha realizado la consultora IHS, el coste que supone la fabricación de una consola PlayStation 4, la próxima sobremesa de la nueva generación de Sony, es de unos 381 dólares y el coste de la consola en las tiendas es de 399 dólares, por lo que el beneficio aparente de cada consola vendida es de 18 dólares. El beneficio puede resultar bastante bajo, pero es todo un logro para la propia compañía, que cuando salió a la venta PS3 estuvo perdiendo dinero, ya que el dispositivo costaba 805 dólares y se estaba vendiendo por 599 dólares. Los componentes con los que se realizaban estas consolas tuvieron un precio más reducido, pero aún así la compañía continuó perdiendo dinero, hasta que en el 2009 la consola se fabricaba por 336 dólares y su comercialización era de 299 dólares para aquellas fechas.
Lo que encarece el producto en este caso, según se comenta por parte de la consultora, es el procesador y la memoria utilizados en la consola, llevándose más de la mitad del coste de la misma. La tercera parte de los chips que se utilizan para poder hacer funcionar una PS3, tienen algún problema o defecto que provoca mal funcionamientos y es por eso que el precio de fabricación se eleve. En realidad Sony no gana nada con las consolas, el beneficio vendrá después con sus juegos.