Ha llegado un nuevo vecino a la Vía Láctea. Un equipo ruso-estadounidense ha añadido una pequeña galaxia enana aislada a casi 7 millones de años luz de distancia. Sus resultados aparecen en Monthly Notices de la Royal Astronomical Society.
El equipo, dirigido por el profesor Igor Karachentsev del Observatorio Astrofísico Especial en Karachai-Cherkessia, Rusia, encontró la nueva galaxia, llamada KKs3, usando la cámara vanzada para sondeos del Telescopio Espacial Hubble en agosto de 2014. Kks3 se encuentra en el cielo del sur en la dirección de la constelación de Hydra y sus estrellas tienen sólo una diezmilésima parte de la masa de la Vía Láctea.
Kks3 es una ‘enana esferoidal’, que carece de características como los brazos espirales que se encuentran en nuestra propia galaxia. Estos sistemas también tienen una ausencia de las materias primas (gas y polvo) necesarias para las nuevas generaciones de estrellas, dejando las reliquias de más edad y más débiles. En casi todos los casos, esta materia prima parece haber sido despojado por galaxias masivas cercanas como Andrómeda, por lo que la gran mayoría de estos objetos se encuentran compañeros cerca mucho más grandes.
Los objetos aislados deben haberse formado de una manera diferente, posiblmente con una ráfaga inicial de formación de estrellas que utilizó los recursos de gas disponibles. Los astrónomos están particularmente interesados en la búsqueda de objetos de este tipo para entender la formación de galaxias en el universo en general.
El miembro del equipo Dimitry Makarov, también del Observatorio Astrofísico Especial, comentó: «Encontrar objetos como Kks3 es un trabajo minucioso, incluso con observatorios como el Telescopio Espacial Hubble, pero con persistencia, estamos construyendo lentamente un mapa de nuestra vecindad local, que resulta estar menos vacía de lo que pensábamos. Puede ser que halla por ahí un gran número de galaxias, algo que tendría profundas consecuencias para nuestras ideas sobre la evolución del cosmos».