Grandes cantidades de un poderoso gas de efecto invernadero están emanando desde los gélidos fondos de los mares del norte de Siberia, dato que aumenta los temores al calentamiento global, expresaron científicos de Dinamarca.
Sin embargo, todavía no ha sido precisado, si las emisiones de gas metano del Ártico son recientes, o han pasado inadvertidas durante siglos, antes incluso de la Revolución Industrial del siglo XVIII, era de cambios en la tecnología desarrollada por el hombre, lo que dio lugar a un amplio uso de combustibles fósiles que provocan el cambio climático.
El estudio realizado indicó, que cerca de ocho millones de toneladas de metano al año, equivalentes al total anual estimado de todos los océanos del mundo, se filtra desde el fondo marino del norte de Rusia.
Según comunicaron expertos, como Natalia Shakhova, científica de la Universidad de Fairbanks, Alaska, lo que sucede es que, «…La capa de hielo submarino está perdiendo su capacidad de ser una capa impermeable…», dijo.
Estudios realizados, el metano, es un gas que puede ser liberado por vegetación en descomposición, en agua y aire,, en lugares del Ártico y Siberia Oriental.
Lo cierto es que anterior a estos datos, el fondo del mar había sido considerado una barrera impermeable para el metano, dijo Shakhova, dado que las concentraciones actuales de metano en el Ártico son las más altas en 400.000 años.
En cuanto a las posibles repercusiones, que estas emanaciones tengan con respecto al calentamiento acelerado del plantea, más concretamente, si las burbujas eran causadas por el calentamiento global o por factores naturales, la científica respondió: «…Nadie puede responder a esta pregunta…». Sin embargo, también afirmó que un aumento de las temperaturas podría acelerar el deshielo.
-«…Es bueno que se documenten estas emisiones. Pero no se puede decir que están aumentando…», comentó un experto en biogeoquímica del Max Planck Institute de Alemania Martin Heimann, «…estas filtraciones podrían haber estado ocurriendo todo el tiempo…», añadió.
El respetado científico, escribió en un artículo, que la liberación de 8 millones de toneladas de metano al año era, «insignificante», en comparación con las emisiones globales, que son de unas 440 millones de toneladas.