Es importante sentarse a pensar y reflexionar qué esá pasando en el mundo. Aunque se confirme que Islandia es el país más limpio del mundo. Quizás resulte difícil de creer en estos momentos, cuando nubes de cenizas volcánicas dejan cientos de vuelos en tierra en todo el norte de Europa. Sin embargo, según los investigadores de las universidades de Yale y Columbia, la isla nórdica es la primera de 163 países en el índice de Rendimiento Medioambiental.
Los investigadores han asignado puntuaciones a los países, basándose en 25 indicadores, incluida la calidad del agua y del aire , emisiones de gases de efecto invernadero y los efectos del medioambiente en la salud de la población.
Una puntuación de 100 es excelente. Sierra Leona se encuentra en la última posición de la lista, con una puntuación de 32. Estados Unidos está hacia la mitad; su puntuación es de 63,5. Islandia ha conseguido los máximos honores, con una puntuación de 93,5, gracias a su gran reserva de agua limpia, un gran número de zonas naturales protegidas, un buen sistema de salud nacional y una gran cantidad de potencia geotérmica, normalmente limpia.
El índice está ponderado con una métrica que realiza un seguimiento del desempeño de los gobiernos con respecto a los objetivos de políticas medioambientales, como el acceso a agua potable y las condiciones de salubridad, protección del hábitat y emisiones industriales. La cantidad de dióxido de sulfuro que se emite debido al uso de combustibles cuenta, pero no así la que emiten los volcanes.
Hay dos formas de que un país llegue al primer puesto de la lista de EPI. La primera es ser un país bendecido con grandes reservas de agua limpia y un ecosistema variado, y no haberlo estropeado con un industrialismo desenfrenado. Por eso Cuba, Colombia y Costa Rica han recibido tan buenas puntuaciones.
La otra opción es que un país se haya industrializado y haya contaminado su medioambiente pero haya llegado a alcanzar la riqueza suficiente como para empezar a limpiarlo. Este es el caso de los países europeos: de los países que ocupan los treinta primeros puestos, más de la mitad son europeos.