La película de acción y aventuras «Robin Hood» abre el miércoles el Festival de cine de Cannes 2010, dando inicio a doce días de locura cinematográfica en la Costa Azul.
Los protagonistas son el neozelandés Russell Crowe y la australiana Cate Blanchett, que interpretan a Robin y Marion respectivamente, en la versión, llena de acción, de Ridley Scott sobre la leyenda inglesa del siglo XIII que parece sugerir que los estudios Universal Pictures están considerando una segunda parte.
«No hay ningún cinismo en esto, no tenemos otros dos guiones debajo de la cama del hospital de Ridley», dijo Crowe a los periodistas tras el pase de prensa y antes del estreno con alfombra roja que inaugura el festival.
«Obviamente hay una cifra en la mente de los jefes del estudio, si superamos cierta cifra entonces nos llamarán y dirán: ‘Bueno, contad la segunda parte de la historia’, pero no hay un gran plan al respecto».
Sin embargo, esta gran producción de Hollywood es uno de los escasos títulos estadounidenses en el festival de este año, lo que refleja un difícil clima económico que ha privado a Cannes de parte de su poder para atraer estrellas y ofrece un inquietante telón de fondo a la celebración del cine.
La crítica está emocionada por la cartelera de 2010, pese a que se preguntan si puede estar a la altura de la del festival del año pasado, en el que se presentaron las aclamadas «La cinta blanca», «Un profeta» y «Up», además del polémico y extremadamente violento «Anticristo» de Lars Von Trier.