La extinción de animales y flora en la conciencia colectiva

Generalmente, cuando se habla de la extinción de animales, se piensa únicamente en aquellos animales que pertenecieron a la época prehistórica, pero olvidando a los animales con los que contamos en la actualidad y que están en peligro de extinción.

Por esta razón, es importante dar a conecer la problemática, importancia y consecuencias de este fenómeno sobre el ecosistema.

En la actualidad, existen muchas especies como el tigre que va y viene por su jaula y el oso polar que chapotea en su pequeño charco en el zoológico, que quizá se conviertan pronto en los últimos representantes vivos de su especie.

Junto con otros favoritos del zoológico, como el orangután y el gorila, los tigres y los osos polares están amenazados de extinción lo que se traduce a la total desaparición como especies vivas, a menos que el hombre salga en su defensa con medidas protectoras.

En todo el mundo, en zonas aún vírgenes, que son las que se reducen constantemente, los animales salvajes están librando una batalla contra los estragos causados por el hombre. Desde los gorilas de África central y las vicuñas de los Andes, hasta los canguros de Australia y las ballenas de los mares abiertos, en todas partes hay animales

cuya supervivencia está constante amenaza.
En los últimos años, el índice de extinción se ha acelerado, a causa de que, el hombre consigue transformar en modo extremo zonas muy extensas en muy breve tiempo, con actividades como embalsar ríos, desbrozar selvas e irrigar desiertos para fines de cultivo y cría de ganado.

Estas actividades cambian el ambiente de manera que las plantas y animales autóctonos deben adaptarse, emigrar o morir.

Se considera que el hombre prehistórico ha sido causa de la extinción de algunas especies de los mayores mamíferos, pero sin embargo, fue hace aproximadamente 12.000 años, que con el desarrollo de la agricultura y la domesticación de los animales, aumentó seria y drásticamente la amenaza para la vida silvestre.

A medida que la población humana creció y se dispersó por todas partes, se registró una declinación en la totalidad de los animales salvajes y un aumento de la tasa de extinción de las especies.

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