Innovar es algo cada vez más extendido, no importa innovar con qué, lo que importa es distinguirse, ser original. Y de esta carrera contra el tiempo por ser vanguardistas no se salva ni siquiera los muertos.
Se ha velado a un hombre montado a su motocicleta, en Puerto Rico. Este hecho tuvo antecedentes en 2008, cuando una familia puso como exigencia que el cuerpo de uno de sus integrantes fuera colocado de pie.
David Morales, el hombre que fue velado en su motocicleta, era un delicuente de Puerto Rico, de 22 años y su motocicleta era lo más importante que tenía en la vida. Su familia era consciente de ello, por lo que pidió al centro funerario que coloque al cadáver de David sobre su querida motocicleta, sorprendiendo así a los asistentes al evento.
El velatorio tuvo una duración de dos días, en los que miles y miles de personas pasaron a presenciar la curiosidad del hecho, además de sus amigos y allegados que fueron a dar su último adiós. Al momento del entierro la motocicleta ya no pudo acompañar al difunto y fue sepultado a la manera tradicional.
El otro caso referido es el de Ángel Luis Pantoja Medina, conocido en Puerto Rico como el «muerto parao», que en 2008, tras fallecer fue embalsamado y colocado de pie. Ambos casos sucedieron en la misma funeraria: Funeraria Marín.
Actualmente, el caso de «el muerto parao» y de David Morales están siendo evaluados por la justicia, ya que se acusa a la funeraria de negligencia en cuanto al procedimiento del velatorio y del embalsamado de los cuerpos. Elsie Marín, vicepresidenta de la Funeraria Marín, ha afirmado ser embalsamadora, pero no posee licencia, según se ha confirmado por las autoridades.
Es decir que lo que parecía ser algo divertido, acabó siendo trago amargo.