Un grupo de científicos ha llegado, el pasado lunes en helicópteros, al interior más remoto y semiárido de Australia, donde se rescató una cápsula espacial, de origen japonés, del que esperan que contenga las primeras muestras de polvo de asteroide nunca antes recolectadas. Con este descubrimiento se podría obtener información sobre el origen y la evolución del sistema solar.
La sonda Hayabusa se quemó a su ingreso a la atmósfera de la Tierra poco después de haberse soltado la cápsula, tras una jornada de siete años y 4.000 millones de millas (6.000 millones de kilómetros). Fue la primera ocasión el la que una sonda consiguió aterrizar en un asteroide y volver a la Tierra.
El encargado de lanzar la sonda en el año 2003, Seiichi Sakamoto, de la Agencia Japonesa de Exploración Aerospacial, ha señalado que su equipo estaba conteto por haber recuperado la cápsula, especialmente después de que una serie de errores técnicos retrasasen la llegada de Hayabusa, durante tres años.
Dijo Sakamoto que «…fue un reto tecnológico extremamente difícil e hicimos todo lo que pudimos por superar los problemas uno por uno…»; y que «…este es un logro que conseguimos simplemente porque nunca nos rendimos…».
La cápsula fue trasladada por vía aérea a la ciudad de Woomera, donde será preparada durante varios días para su transporte a Japón, según afirmó el científico de la NASA Scott Sandford, a través del teléfono, desde la base de los científicos en Woomera.