Las personas que asisten a salas de emergencia por estar asociadas al uso y abuso de analgésicos de venta bajo receta a aumentado considerablemente, en un 111% en un período de cinco años. Este alarmante aumento, que pone bajo seria amenaza al sistema de salud pública de Estados Unidos, según afirmaron investigadores del Gobierno recientemente.
Las consultas a farmacéuticos, por el empleo no médico de calmantes para el dolor, ha aumentado, solo en el año 2008, a 305.885, desde los 144.644 registrados en el 2004, de acuerdo a la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental (SAMHSA según su sigla en inglés) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Thomas Frieden, tiene plena conciencia de que «…tenemos que tomar medidas de inmediato…», como anunció a medios públicos, mediante un comunicado. También puso énfasis en que los casos de uso incorrecto de este tipo de medicamento con receta médica, son cada vez más habituales incluso, que los casos relacionados al uso de drogas ilegales.
Añadió que «…estos medicamentos de venta bajo receta ayudan a muchas personas, pero tenemos que asegurarnos de que se tomen de forma adecuada y segura…».
Por su parte, la administradora de SAMHSA, Pamela Hyde, manifestó que el aumento de personas que acuden al departamento de emergencias, están punzando crecientemente al sistema de salud: «…Esta amenaza a la salud pública requiere un esfuerzo total para generar conciencia en el público acerca del uso, almacenamiento y eliminación correcta de estos poderosos fármacos…».