Como comentamos ayer, Microsoft ha presentado de manera oficial su nueva consola de la próxima generación, que recibe el nombre de Xbox One, una consola con una potencia bastante interesante y que seguramente traiga en catálogo títulos fuertes para los jugadores. Entre otras cosas, se han dado más detalles sobre sus periféricos, en concreto datos sobre el propio mando de la consola y el dispositivo Kinect, el cual será diferente al que ya conocemos. La integración y funcionalidad entre ambos está clara vistas las perspectivas que tiene la compañía de hacer de nuestra consola un potente centro multimedia. El mando continúa con un diseño muy similar al de Xbox 360. Se han hecho cambios como una nueva cruceta que se centra en los juegos de lucha, añadiendo la posibilidad de ser «clicada». Se añade un botón de acción, con un menor retroceso y el tener que ejercer menor presión para su funcionamiento. Los sticks tienen una banda de agarre que aportan más profundidad para mejorar el agarre del pulgar y con ello la precisión. Los gatillos incluyen vibración, algo bastante curioso e innovador; por último la posición del botón de menú de Xbox está más arriba de lo habitual y lleva baterías incluidas.
Por otro lado Kinect avanza un paso más, con un diseño nuevo que hace juego con el de la propia consola, una cámara de 1080p que ofrecerá un campo de visión y profundidad mayor, además de una mejora en el reconocimiento de los movimientos. La idea es que se solucionen los problemas de espacio que tenemos con el actual kinect, el cual requiere de bastante hueco libre en el salón para detectar a los jugadores. Poco a poco iremos dando más detalles al respecto.