La gran incógnita de las ruinas submarinas de Yonaguni

Existe, ante los asombrados ojos de los arqueólogos, un sorprendente mundo submarino, cerca del archipiélago Ryu Kyu, Japón. La isla de Yonaguni es parte de ese archipiélago japonés.

Hacia el año 1986 se descubrió accidentalemente por parte de unos veraneantes, lo que algunas personas dicen que son las ruinas de una antigua civilización. Otros, sin embargo, creen que sólo se trata de formaciones naturales.

Uno de los geólogos marinos de la Universidad de Ryu Kyu, Masaaki Kimura, ha estudiado exhaustivamente la zona, durante los últimos quince años. Desde su basta experiencia, Kimura tiene la convicción de que las piedras submarinas son los restos de una ciudad de hace 5.000 años. Para establecer dicha hipótesis, este geólogo marino se basa en la datación de las estalactitas halladas en cavernas que se hundieron al mismo tiempo que la supuesta ciudad.

Como parte de su investigación, y para sustentar su hipótesis, Kimura asegura haber descubierto marcas y signos con formas de animales, gravados en la piedra.

También, ha identificado diez estructuras en Yonaguni y otras cinco estructuras similares, en la isla principal de Okinawa. Las ruinas ocupan una dimensión total de 300 por 150 metros.

Entre las ruinas aparecen los restos de un castillo, de un arco triunfal, por lo menos cinco templos y un gran estadio, que se encuentran conectados por caminos y canales de agua, protegidos por lo que podrían ser enormes muros, de forma parcial. La edificación que se destaca por se la más grande, es una pirámide monolítica, que se despliega hasta una profundidad de 25 metros.

Según los estudios realizados, la cuidad se hundió hace unos dos mil años, en uno de los grandes sismos que son ocasionales en esta parte del Océano Pacífico.

Pero, sin embargo, no todos los expertos opinan como Kimura. Por ejemplo, el rofesor de ciencia y matemáticas de la Universidad de Boston, Robert Schoch, tiene la convicción de que ninguna de las estructuras submarinas es creación de la mano del hombre.

A cambio de ello, asegura que lo que existe en Yonaguni, se trata de formaciones geológicas suficientemente conocidas y propias de una zona con importante actividad sísmica.

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