Llega al catálogo de Philips un nuevo picoproyector que vuelca sus esfuerzos en la integración con la conectividad Wifi y el SO de Android. La luminosidad es limitada a 100 lúmenes, alcanzando con facilidad las 120 pulgadas que el fabricante nos dice ofrecer pero habrá que estar prácticamente a oscuras para poder visualizar la imagen sin problemas. No es un proyector que pueda utilizarse a plena luz en una estancia. Sin embargo, apuesta por otro tipo de novedades, como por ejemplo son la portabilidad, pudiéndose llevar fácilmente de un lado a otro en la palma de nuestra mano, dadas sus reducidas proporciones y el peso, de tan sólo 300 gr. Para conectarnos podremos utilizar el conector miniHDMI, vídeo compuesto y el clásico VGA.
Además, podremos conectar el dispositivo también a otras fuentes de manera inalámbrica, ya que cuenta con Wifi y DLNA. Puede reproducir contenido por si sólo a través de una memoria de almacenamiento interno de 4 GB o tarjetas SD, a parte de las ya conocidas entradas USB. La reproducción de vídeo es en alta definición 1080p, entre los que se incluyen los ficheros de vídeo en diferentes formatos, soportando MKV y audio o archivos PDF, junto con el paquete Office. Para el transporte, se incluye una batería que ofrece 2 horas de autonomía al dispositivo y el brillo caerá a los 55 lúmenes en este caso. Se añaden altavoces de 1W de potencia y el sistema operativo que permite navegar por Internet o conectarnos a Youtube. El precio 499€.