Stephen Edwin King es, sin duda, uno de los mejores escritores que se inscribe bajo el género literatura de terror, por lo que se ha convertido en un Best Seller. De los que actualmente se dedican a manipular el terror en los lectores, King es el más popular y difundido.
Stephen King se inscribe en la gran tradición norteamericana en narrativa de terror, que nace con E.A. Poe y pasa por H.P. Lovecraft. Publicó un magnífico ensayo, cuando sólo tenía trece años de edad, titulado “Danza Macabra”, en el que se pone en evidencia toda la literatura, cine y producción en los medios de comunicación referente al horror, en la que fue empapándose a lo largo de su vida.
«Danza Macabra» es un lúcido y entretenido ensayo, lleno de referencias a un gran número de obras e interesantes anécdotas de su vida, que pretende dar respuesta a la paradoja por excelencia del aficionado a la literatura de terror: «¿Por qué hay personas dispuestas a pagar a cambio de sentirse extremadamente incómodas?».
En esta obra, Stephen sugiere que la ficción de terror remueve los temores sociales más profundos, y que por lo tanto está sujeta a cambios históricos. Añade con respecto a su pervivencia que «…aunque los sueños inquietos del inconsciente colectivo puedan cambiar de década en década, la tubería que se hunde en ese pozo de sueños permanece constante y vital…».
Este gran promotor del terror, asegura que «…este libro es únicamente mi paseo por todos los mundos de la fantasía y el horror que me han complacido y aterrorizado…», y al mismo tiempo insita al lector a disfrutar del ensayo, sea cual sea su modo de lectura.
Tal vez la clave del éxito de Stephen King, considerado el rey del terror, es el concebir al terror precisamente como una «Danza Macabra», como un tipo de arte que procura presionar los «puntos de fobia» del lector: “…El buen cuento de horror avanza bailando hasta alcanzar el centro de su vida y encontrará la puerta a esa estancia cuya existencia creía usted que nadie más conocía…”.
De forma muy inteligente, el rey del terror explica que lo que hace «… es atacar las emociones de los lectores. Se me considera un escritor de horror, pero soy básicamente un doctor en emociones. Si apagan las luces y tienen miedo, entonces he ganado…”.